sábado, 28 de febrero de 2015

La erupción del Krakatoa (1883)

Hace unos días un temblor de tierra sacudió parte de la geografía española. Tras este incidente hemos recordado la historia del volcán Krakatoa y su erupción durante el siglo XIX. Sin duda alguna, se trata de uno de los eventos geológicos más espectaculares y dramáticos de la historia reciente.



El Krakatoa se encontraba entre las islas de Java y Sumatra, en la actual Indonesia, dentro de los dominios coloniales de los Países Bajos. Este volcán despertó a principios del año 1883, originando varias erupciones,  hasta la llegada del verano, momento en el que dejó ver toda su furia.

El día 27 de agosto se desató una explosión de tal magnitud que provocó la devastación de prácticamente la totalidad de la isla donde se encontraba. Los relatos de entonces nos cuentan que fue tal la intensidad de aquel cataclismo que el sonido generado pudo escucharse a más de 4000 kilómetros, y está considerado como el sonido más alto registrado en la historia. Cientos de poblaciones desaparecieron como consecuencia de la explosión y de los maremotos que la siguieron, lo que provocó la muerte de más de 36.000 personas.  La dimensión de aquel evento fue tan desproporcionada que la nube alcanzó unos 80 km de altura, propagando una cantidad de cenizas tan grande que el cielo de todo el mundo llegó a oscurecerse durante varios años, generando lo que se conoce como invierno volcánico, llegando a reducir la temperatura global en más de 1 grado centígrado.


Las imágenes que mostramos son algunas obras de William Ashcroft, paisajista británico que plasmó los espectaculares atardeceres que se vieron en Inglaterra a raíz de este terrible suceso.



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