martes, 31 de marzo de 2015

Tipos de Gladiadores III - Thraex y Eques


Representación de un thraex en un mosáico
encontrado en Reims (Francia)

Llamado así por usar las armas características del pueblo tracio. Fue introducido en la arena de los anfiteatros en torno al año 80a. C., c. cuando muchos tracios fueron hechos esclavos al ser capturados en las guerras contra Mitrídates, rey del Ponto.

En el brazo izquierdo portaba un escudo de pequeñas dimensiones (50 x 60 cm) denominado parma o  parmula, por lo que protegía ese brazo con una manica acolchada. Como arma ofensiva usaba la sica (puñal de hoja curva) que servía para atacar al enemigo aunque se cubriese con el escudo (esto se debía a que el rival predilecto del thraex era el murmillo). Llevaban el cuerpo desnudo, pero las piernas se las cubrían con grebas de metal hasta las rodillas además del acolchado que protegía hasta la ingle.

El casco era muy similar al de un murmillo, con una cresta central (en muchas ocasiones estaba coronada con la cabeza de un grifo, representación de la diosa de la justicia retributiva Némesis) que se adornaba con un penacho de plumas y se añadían un par más a cada lado del caso. Además poseía unos laterales alargados y una visera bien marcada.




Uno de los tipos más especiales es el de los equites (en plural). Como su nombre indica, era el tipo de gladiador que combatía a caballo. Dado que una de las máximas de los munera era que existiese un equilibrio de fuerzas al inicio del combate, un eques solo se enfrentaba a otro eques, ya que la ventaja de combatir a caballo contra alguien desmontado era muy grande. El combate tenía dos partes: en la primera se combatía con lanza intentando derribar al oponente (al estilo de las justas medievales); una vez conseguido este objetivo, se continuaba la lucha a pie donde usaban un gladius.

Dibujo de parte del relieve de la tumba de Aulus Umbricius Scaurus en Pompeya

En la imagen podemos ver un combate entre equites a la izquierda y a la derecha un thraex que espera para combatir contra el vencedor de los dos jinetes. Lógicamente el segundo combate se realizaría con el pie en tierra por parte del eques para igualar las fuerzas.

Respecto a su panoplia los equites portaban un escudo redondo de montar (parma equestris); se protegían la cabeza con un yelmo de visera ancha, con un viso,r a menudo con dos plumas a cada lado y sin cresta central. Como arma ofensiva portaban una lanza de unos 2 metros y protegían ese brazo con una manica acolchada. Como excepción, eran los únicos gladiadores que llevaban túnica (corta por encima de las rodillas), en muchas ocasiones de colores para poder distinguirlos sin importar la distancia. La única protección para las piernas podían ser unas vendas o un leve acolchado.


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